lunes, 15 de julio de 2013

NUESTRO MAPA NO ES EL TERRITORIO


EL MAPA NO ES EL TERRITORIO

Es curioso comprobar cómo todos los momentos de la vida se pueden aprovechar para nuestro aprendizaje personal, es más creo que en ciertos momentos de relax, es cuando asimilamos mejor la moraleja de las cosas que nos acontecen. Cuando estamos inmersos en nuestras ocupaciones cotidianas, nuestro cerebro está ocupado con el día a día y procesa peor lo que nos ocurre y ello afecta a nuestra capacidad para el aprendizaje y para extraer conclusiones. Nos dejamos llevar por las prisas y por lo inmediato, sin tiempo para la reflexión y asimilación de lo que nos ocurre en la vida.

Hace dos días estaba andando con mi padre y mi hermana en una playa famosa de Andalucía, uno de mis paseos rutinarios de una hora para cuidar el cuerpo claro. Pues bien, mi hermana se fijó en un coche que tenía varias pegatinas en los cristales y comentó que estaba lleno de cosas y que no entendía cómo veía el conductor. Ese comentario hizo que mi padre y yo fijáramos nuestra atención en el coche.

A unos metros había una rotonda, y cuál fue nuestra sorpresa cuando vemos que el coche la toma en el sentido contrario, ya os podéis imaginar nuestra reacción diciéndole de todo menos bonito al conductor e intentando averiguar de qué pueblo de los alrededores podía ser el dueño, en fin la vida misma qué os voy a contar.

 Seguimos andando hacia la rotonda y ya se nos había olvidado el incidente cuando al adentrarnos en la misma comprobamos que había una furgoneta cortando la circulación y varios trabajadores podando ramas. Entonces nos dimos cuenta de que habíamos juzgado antes de tiempo al conductor del coche.

El conductor, desde la entrada de la rotonda o glorieta, tenía un campo de visión del que nosotros no disponíamos desde doscientos metros más atrás. Él percibía una realidad que nosotros no podíamos ver ni imaginar. Cómo íbamos a suponer que en plena temporada de verano el ayuntamiento iba a hacer la poda de los árboles…

En conclusión, nuestro mapa no es el territorio. La verdad no es absoluta. Nadie está en posesión absoluta de la verdad, todo es relativo. Antes de juzgar o de condenar a alguien o algo hay que ponerse en la piel, en los zapatos y en el lugar del otro, tal vez nuestro campo de visión cambie por completo. O tal vez sigamos pensando igual pero por lo menos habremos enriquecido nuestra forma de pensar y de ver las cosas.

jueves, 4 de julio de 2013

NUESTRA ESENCIA ES FÁCIL PERDERLA DE VISTA


NUESTRA ESENCIA ES FÁCIL PERDERLA DE VISTA
 
 
Hola amigos hoy solo quiero comentaros que sigo viva  y aprendiendo. Por suerte la vida se encarga de enviarme experiencias para que no pare de convertirme en una mujer cada vez más sabia, jejeje.

No me he olvidado de vosotros, solo que estoy muy entretenida últimamente sembrando, sembrando y sembrando en nuevos proyectos que pronto darán sus frutos.

También he vivido momentos muy difíciles con algunos de ellos pues al ser todo novedoso para mí puede que los haya estado sobredimensionando y otorgándoles un poder mayor del que deberían haber tenido en mi vida.

Algunas veces magnificamos lo que hacemos, nos involucramos tanto que perdemos la identidad y nos convertimos en lo que hacemos y nos olvidamos de ser nosotros mismos, de estar conectados con nuestra esencia.

Tendemos a identificarnos con cosas que en realidad no son nuestra esencia.

Por ejemplo los jóvenes se identifican con la ROPA que llevan, se identifican tanto que se sienten agredidos por la sociedad si en una entrevista de trabajo se les aconseja que vayan vestidos en concordancia con el puesto que solicitan.

Los adultos se identifican con sus TRABAJOS y algunas mujeres con la MATERNIDAD, aunque también hay hombres que se identifican con la paternidad. La pediatra de mis hijos me recordaba algunas veces que su marido le decía que las mujeres que son muy madrazas no son buenas esposas. Los hombres que se identifican en exceso con sus trabajos se pierden la infancia de sus hijos. Es muy fácil identificarse con lo que se hace. Si hago algo soy algo, sino no soy nada.
Si me encuentro en esa situación debo decir STOP. Y volver a retomar la conexión con mi verdadero yo. La meditación nos puede ayudar mucho, y hacer un cambio de actividad o unos días de cambio de paisaje. 

Tener claro que mi esencia no es lo que hago nos servirá a la hora de afrontar la época de la jubilación o de una enfermedad que nos inhabilite para poder llevar a cabo las labores normales de nuestra profesión, incluso las de amas-os de casa.

Todo es cambiante en la vida y tenemos que estar preparados para cambiar nuestra forma de vivir y seguir conectados con nuestro ser. Hay muchas maneras en las que nos podemos sentir útiles para la sociedad, y algunas veces gracias a los avatares de la vida empezamos a dedicarnos más tiempo a nosotros mismos y a cuidarnos, cosa que seguramente no hayamos hecho antes.

 Tal vez la vida no consista tanto en hacer, sino en ESTAR PRESENTES Y ACOMPAÑAR a las personas que queremos en el camino de la vida……