domingo, 26 de mayo de 2013

PRESENTIMIENTOS Y PREJUICIOS




PREJUICIOS Y PRESENTIMIENTOS


 
¿Qué son los presentimientos?
Nuestro inconsciente va más rápido que nuestro consciente. Por lo menos eso dicen los científicos…
Por ello, si presentimos algo es porque nuestro inconsciente ha captado algo  que nuestro consciente todavía no ha hecho.
Según el diccionario se llama presentimiento a cierto movimiento interior que hace entrever y presagiar lo que ha de acontecer. Algunas personas lo llaman también premonición, pero presentimiento sería más la parte afectiva del fenómeno y premonición connota más la parte cognoscitiva del mismo. De hecho estos fenómenos, verdaderos o aparentes, van siempre acompañados de cierto matiz afectivo que legitima el uso indiferente de las palabras premonición o presentimiento.  Este no es un tema baladí, ya hay universidades en EEUU que están investigando este tema y en algunos estudios llegan a la conclusión de que podríamos entrenarnos para experimentar muchísimos más presentimientos de los que actualmente somos capaces de desarrollar. Todos los seres humanos presentimos cosas sin contar con todos los elementos de juicio necesarios para llegar a dicha conclusión.
Tal vez cuando imaginamos un proyecto o una empresa también lo estamos presintiendo, o los estamos intuyendo. Se intuyen antes de verse plasmados en la realidad. 
La intuición también va muy unida al presentimiento, y se dice que las mujeres la tenemos más desarrollada que los hombres. A medida que vamos creciendo y vamos teniendo más experiencia aumentan también la cantidad y la calidad en nuestras intuiciones.
¿Qué son los prejuicios?

Un prejuicio es el proceso de formación de un concepto o juicio sobre alguna cosa, situación o persona de forma anticipada, es decir, antes de tiempo. En general, los prejuicios son vistos como irracionales, porque no están lo suficientemente basados en la experiencia, y como no éticos, porque propician la discriminación y los juicios erróneos.

Todos tendemos a juzgar a los demás sin darnos cuenta de ello. ¿Podrían ser los prejuicios una fórmula de toma de decisiones especialmente efectiva, desarrollada en el transcurso de la evolución para evaluar potenciales peligros con rapidez?

Aunque en tiempos de nuestros primeros ancestros esto haya podido dar buen resultado, parece que en los tiempos modernos, la gente que va teniendo una amplia gama de experiencias, y adapta su comportamiento en función de dicha experiencia, es la que mejor se desenvuelve.

Si os interesa este tema, los profesores de sociología del ETH, Dirk Helbing y Thomas Chadefaux analizaron las condiciones bajo las cuales estos “juicios intuitivos” podrían ser racionales y aquéllas en las que, por el contrario, los prejuicios pueden resultar engañosos.

En conclusión, es importante que desarrollemos nuestros presentimientos, conectando con nuestra esencia, pues así podremos captar mejor los mensajes que nos manda nuestro cuerpo, es decir lo que presiente, porque presentimos con todo nuestro ser. Seguro que todos podemos contar anécdotas que nos han ocurrido sobre este tema. Mi hijo el pequeño está vivo gracias a uno de mis presentimientos, por ello creo en ellos firmemente.
En cambio, debemos tener cuidado con los prejuicios, ya que nos pueden llevar a conclusiones erróneas sobre personas o sobre otros temas y pueden cerrarnos puertas y oportunidades en nuestro camino personal y profesional.
 

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